Parece ser que, tras el COVID, en algunos pacientes la sintomatología persiste. Las hipótesis que se plantean actualmente para explicar estos casos giran en torno a tres puntos:

  • La no eliminación total del virus.
  • Una elevada concentración de factores inflamatorios.
  • La presencia de factores autoinmunes.

Hasta el momento, lo que sí se ha podido demostrar es que los casos positivos de COVID-19 tienden a una respuesta inmune hiperactiva. En un alto porcentaje, se han encontrado anticuerpos que bloquean y eliminan una enzima clave: la ACE2. Este fenómeno podría explicarse porque el virus utiliza la ACE2 para entrar en las células, o porque en el proceso de descomposición del virus, el sistema inmune genera moléculas similares a la ACE2 (mimetismo molecular).

En condiciones normales, la función de la enzima ACE2 es descomponer e inactivar la hormona angiotensina II. Al no ser posible este mecanismo fisiológico, se acumula una alta concentración de angiotensina II en sangre, lo que activa sus funciones. Entre ellas, la principal es la generación de factores proinflamatorios.

Algunos especialistas sugieren el control de esta molécula con medicamentos ya existentes, pero yo, desde la Psiconeuroinmunología, creo que podemos ir más allá. Nuestro enfoque puede ser de gran ayuda para este tipo de pacientes porque ha demostrado ser efectivo en patologías con inflamación sistémica e hiperactividad del sistema inmunitario.

En ReActiva Fisioterapia y Psiconeuroinmunología, ofrecemos un abordaje que entiende la complejidad de estos procesos para ayudar a tu cuerpo a recuperar el equilibrio.

Saludos.

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